El metaverso está aún por hacer. Lejos de ser un entorno consolidado, se trata de un universo en continuo movimiento que permite explorar el rediseño de todo tipo de experiencias y formas de interacción, abriendo así la puerta a nuevas vías y oportunidades de negocio y estilos de vida en un mundo virtual envolvente, cada vez más empeñado en parecerse al terrenal.
Para ayudar a determinar cuáles son esas formas de actuación para las marcas, Zorraquino, consultora de diseño estratégico, se adentra en el metaverso con su nuevo informe Metaverse Trends, que recoge las tendencias y estrategias empresariales para estos nuevos mundos altamente inmersivos. “En un contexto como el actual, en constante cambio y evolución, es imprescindible conocer y entender los nuevos entornos que afectan a las alianzas y modelos de negocio, los sistemas de comunicación, la presencia digital, las estrategias de promoción y los marcos legales y económicos”, explica Miguel Zorraquino, director y fundador de Zorraquino.
Sentir el metaverso
Se busca un mundo más real, que no pierda el valor de una mirada, un gesto, una caricia o cualquier otra señal no verbal para que el usurio pueda interactuar de manera física, sin las limitaciones del propio espacio.
Generar nuevos entornos
El metaverso se constituye como el siguiente paso del mundo digital, tal y como lo entendemos a día de hoy. Artistas, diseñadores y creadores de contenido encuentran en estos espacios un sinfín de oportunidades para exponer su creatividad al máximo nivel. Aquí sectores como la moda o la arquitectura comienzan a ganar especial importancia, desafiando todas las barreras de la realidad física.
Ver la realidad con nuevos ojos
Los metaversos se presentan como el escenario perfecto para descubrir nuevas actividades inmersivas que favorezcan la socialización humana fuera del mundo físico real, pero antes las marcas deberán conocer bien el comportamiento del usuario ahora que se debate entre el mundo lo digital y lo físico.
Desafiando las leyes
Será imprescindible y prioritario proteger tanto a usuarios como a marcas e intermediaros que puedan ver peligrar su presencia en estos mundos. No obstante, del mismo modo, todos los actores involucrados en el metaverso deberán tener una serie de responsabilidades y normas de conducta que garanticen la estabilidad y una correcta convivencia virtual.
Creación de las infraestructuras comerciales
Estos nuevos mundos mueven ya grandes flujos de dinero y prometen superar todas las expectativas económicas planteadas. Acelerados fundamentalmente por el sector del gaming, los nuevos sistemas económicos que se generen en el metaverso despiertan el interés de compañías e inversores.
En busca del espacio interactivo
El metaverso es una carrera de fondo para el posicionamiento de las grandes marcas como pioneras en acciones de promoción y consumo, que, de continuar como una tendencia al alza, llevará a reflexionar sobre la posición que adoptarán aquellas compañías con menos capacidad económica y de adaptación para adentrarse en este mundo paralelo.
Establecer una oficina en el mundo digital
Sin duda, el metaverso supondrá la transformación definitiva del trabajo. Un reto para trabajadores y compañías, sobre todo en el ámbito corporativo y de los recursos humanos, para que estos entornos no afecten a los objetivos empresariales, la gestión de equipos y la cultura corporativa.
Posesión de bienes virtuales
Desde una obra de arte, una prenda de ropa o, incluso, la compra de una vivienda, el metaverso comienza a llenarse de bienes virtuales que no traspasarán las fronteras a la vida real. Un contexto que, inevitablemente, nos acerca a la utopía. El metaverso corre el riesgo de generar vidas irreales, fundamentadas en las apariencias, el estatus y el poder adquisitivo que, en muchas ocasiones, no se corresponderán con el mundo real.
Explorar nuevas vías para el ocio
El ocio digital da un salto para generar nuevas experiencias virtuales que complementan el tiempo libre en el mundo físico. Estas nuevas formas de entretenimiento están más enfocada a captar consumidores más jóvenes y a la Generación Z. No obstante, está por ver cómo compañías y consumidores más adultos se decantan por estos territorios para sus momentos de ocio y desconexión.
A favor de la autenticidad
Todo parece idílico en el metaverso, pero es evidente que provocará un cambio social. Será clave reivindicar la moral, la ética y las relaciones sociales y tener clara la escala de valor de cada una de ellas en la vida real y el mundo ficticio. Crear una vida virtual para evadirnos de la realidad ya es posible, pero ¿hasta dónde estamos dispuestos a llegar?
Puedes descargarte todo el informe en el siguiente link