Flor de Esgueva, perteneciente al grupo Lactalis, ha vuelto a sus orígenes, al lugar que vio nacer a esta empresa de quesos, Esguevillas de Esgueva, municipio situado en la provincia de Valladolid.
Y en este marco se ha grabado la pieza documental que sirve de eje central de la campaña 'Cuidando nuestro origen', creada por la agencia creativa Burns para Flor de Esgueva. Así conocemos la historia de Edilberta, nacida en este pueblo de la España vaciada en el 1946, año en el que también vio la luz la primera fábrica de Flor de Esgueva, y se descubre la implicación de la marca no solo con la localidad, sino también con la región y la despoblación generalizada de España.
Una región cuya actividad económica contribuye a dinamizar, en gran medida, la planta de quesos de la marca donde muchos de los habitantes de la zona, como Julio Morillo, coprotagonista de la pieza y director de la fábrica, desarrollan su carrera laboral desde hace años.
‘’Mostrar la realidad de los habitantes de un pueblo que comparte historia y valores con la marca es una gran oportunidad para Flor de Esgueva. La creación de piezas documentales aporta un plus de creatividad y veracidad que sin duda incrementa la calidad de la campaña’’, Gonzaga Ayllón, CEO de Burns.
La campaña no solo se compone de esta pieza documental si no que va más allá con la aportación económica que la marca ha hecho al colegio de Esguevillas, además de un concurso en redes sociales donde pueblos de toda España pudieron participar y ganar una donación a la escuela local. El primer ganador ha sido Alpandeire, una localidad de Málaga. De este modo, las zonas rurales podrán seguir creciendo y sus habitantes más jóvenes disfrutarán de una vida plena al igual que ha hecho, y sigue haciendo, Edilberta.